
“Ella sabía mejor que nadie que los
Rolling continuarían. Ese era su carácter, así eran. Habían vivido tanto tiempo
desenvolviéndose satisfactoriamente en el caos, que ya no les sería fácil
detener la marcha.
- Nunca
habrá oficinas con alfombras verdes -diría Jo-. Nunca serán respetables. Por
mucho que se acerquen, nunca lo serán. Saldrán álbumes y se harán giras y harán
música, pero nunca conseguirán ser del todo respetables. Es parte de su fuerza.
Están fragmentados…” (p. 342-343).
Robert
Greenfield, Viajando con los Rolling Stones. Anagrama: Barcelona, 1977 i 2005.
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